Una conexión viva con la historia y el mar Mediterráneo, reflejando la esencia misma de nuestro carácter artesanal e innovador
Nuestro tesoro submarino representa una intrépida travesía en el universo vinícola, desafiando convenciones tradicionales al reinventar la crianza del vino y confiriéndole una identidad distintiva y revolucionaria.
Los métodos de los antiguos romanos para transportar, consumir y venerar el vino se encarnan en cada ánfora sumergida en el Mediterráneo, reviviendo una práctica ancestral con nuestro genuino toque.
El proyecto emprendido por S'Àmfora y Tritium representa una intrépida travesía en el universo vinícola, desafiando convenciones tradicionales al reinventar la crianza del vino y confiriéndole una identidad distintiva y revolucionaria.
Este proyecto fusiona la experiencia y maestría en la crianza submarina de S'Amfora, con la innovadora visión vinícola de Tritium, representando un logro vanguardista en el sector. La crianza submarina en ánforas de cerámica es el sello distintivo: un proceso en el que estas anforitas se introducen en el mar Mediterráneo durante al menos 8 meses, añadiendo una dimensión única a su crianza; concretamente en el Delta del Ebro, lo que dota al vino de una singular evolución sin oxidación, aportando frescura y atributos marinos únicos.
Las Ánforas de mar representan el fruto de una intensa labor en la búsqueda de la perfección en la artesanía, la selección meticulosa de materias primas y la evocación histórica de la antigua Roma; convergiendo en estas ánforas de 750 cl capaces de preservar el vino por largos periodos de tiempo subacuáticos. El vino, producido bajo principios naturales y sin adición de sulfitos es una fusión de 33% Tempranillo, 33% Garnacha y 33% Mazuelo con uvas selectas de viñedos centenario